25/10/10

En la ciudad ya se detectaron 11 cocinas de cocaína


Las autoridades lo niegan pero en Rosario hay Paco

Gustavo Spoletti y Hugo Tognoli, jefe y comisario de la Dirección General de Control y prevención de Adicciones, comisario aseguran que hay cocinas pero no hay paco. Mientras Mabel Ríos, titular de madres en lucha y Hugo Zafaraín aseguran que aquí existe la pasta base desde hace años.

Ya son 11 las cocinas de cocaína desbaratadas en la ciudad. Mabel Ríos, titular de madres en lucha Rosario afirmó que donde hay cocinas está instalado el paco, en algunos barrios ya predomina esta sustancia y hace desde el 2005 que lo denuncian. Hugo Zafaraín, titular de Remar aseguró que llegan a la institución jóvenes consumidores de pasta base. Pero en contraposición con estas declaraciones, autoridades policiales como Gusavo Spoletti y Hugo Tognoli dijeron que hay cocinas de paco pero ninguna fuerza nacional ni provincial pudo comprobar su comercialización.

En Mayo del corriente año se realizó un operativo en Empalme Granero, el barrio situado en la zona noroeste, donde se encontraron 600 dosis de pasta base. Madres en lucha interpretaron que la droga fue traída a un vendedor para generar la demanda. Mabel Ríos declaró: “El último procedimiento nos llamó la atención porque no había una cocina de producción. Sin embargo, esto tiene que ver con una modalidad para extender el negocio. Primero trasladan el paco sin importar si hay perdidas y después, cuando comienza la demanda, por el alto poder adictivo de esta droga, el vendedor se tiene que convertir en una cocina y trabajar para un narcotráfico”.

Por otro lado Hugo Zafaraín contó a La Rosarina: “ Remar trabaja con muchos chicos con esa problemática, pero el consumidor de Rosario nunca se interna acá, si no que lo hacen en Buenos Aires, Córdoba, Mendoza o San Luis, sabemos que en Rosario hay pasta base pero no tanto como en Capital Federal o el norte de Argentina.” Luego agregó que en los últimos diez años creció el consumo de drogas y es ahí donde apareció el paco. Los datos son explícitos y reales. Pero el comisario Tognoli dijo: “con el alto poder adictivo que tiene esta sustancia cualquier fuerza podía haberlo descubierto, nos tendríamos que haber enterado, por eso decimos que en Sana Fe no está impuesto.” A esto Mabel Ríos responde: “Si nosotros y los chicos sabemos donde se vende el paco, la policía también lo sabe”.

Los menores ya son comerciantes de drogas

Spoletti sostuvo que de acuerdo a los últimos procedimientos realizados puede afirmar que hay chicos (menores de edad) trabajando con turnos en diferentes puntos de venta y describió que cobran entre 100 y 150 pesos por turno, a fin de mes puede sumar hasta tres mil pesos. “Usan a adolescentes de lugares marginales que necesitan la plata”, agregó Spoletti y dijo que muchas veces esos pibes consumen la droga que venden. El funcionario puso como ejemplo el caso de un chico de 16 años que terminaba un turno al cual le encontraron en las medias varias bochas de cocaína que seguramente se llevaba a su casa para consumir.

A pesar de esta situación alarmante Spoletti remarcó que se encuentra “totalmente satisfecho” con los procedimientos realizados en los últimos meses y advirtió que es probable que en poco tiempo existan nuevas noticias de este tipo ya que siguen investigando.

No hay instituciones públicas para atender a los consumidores

Ante la cruda realidad que muchos intentan ocultar y otros se arriesgan a contarla la ciudad se encuentra con grandes falencias para resolverla. Quizás sea esta la razón por la cual las autoridades policiales todavía no admiten la presencia de la droga de exterminio más barata del mercado. Rosario no cuenta con instituciones públicas para atender a los chicos enfermos de drogadicción.

Zafaraín, titular de Remar explicó que el problema principal del consumo es que se trata como un tema de inseguridad o judicial y en realidad es un tema estrictamente de salud. El primer paso para el tratamiento es la abstinencia, donde afloran otras enfermedades y se manifiesta la intoxicación de la persona, es en ese momento donde se necesita asistencia médica. Comentó que cuando un chico intoxicado por drogas llega a un hospital le inyectan algún medicamento y lo envían de vuelta a su casa porque no los pueden atender.

En coincidencia con las declaraciones anteriores, Mabel Ríos expresó: “No se los puede internar, no hay lugares que los atiendan. Los centros de salud los reciben pero es tanta la demanda que pasan siete meses y el chico sigue dando vueltas”. Manifestó como un problema la burocracia que existe cuando una madre intenta buscar ayuda. “Seguimos dando vueltas en este sistema sin la solución sabiendo que nuestros hijos están en la calle consumiendo”, expresó Ríos.

La agrupación Madres en lucha funciona desde el 2005 en Rosario y son una organización que atienden casos de chicos drogadictos y también escuchan todas las problemáticas de riesgo social que ponen en peligro la vida de sus chicos. Exigen constantemente las políticas públicas necesarias para que atiendan a sus pibes. Remar hace más de 16 años que existe en Rosario, nunca recibieron ningún aporte económico de parte del Estado y tampoco pueden ocuparse de la parte clínica por falta de recursos, a pesar de que actualmente se está gestionando.

Paradójicamente con esta información existe una ley vigente desde 1995 que en su primer artículo dice: Todas las obras sociales y Asociaciones de Obras Sociales del Sistema Nacional incluidas en la Ley 23.660, deberán incorporar como prestaciones obligatorias la cobertura para los tratamientos médicos, psicológicos y farmacológicos de las personas que dependen física o psíquicamente del uso de estupefacientes.

Esto deja demostrado que se puede y se debe atender a los chicos con problema de drogadicción, pero sólo se exige en el ámbito privado. Es muy extraño pensar que familias de consumidores de paco (conociendo que generalmente son de estratos humildes) puedan pagar una obra social para que atiendan a sus hijos. En el ámbito público el Estado no puede dar una respuesta a esta situación.

La realidad supera la ficción. Una verdadera historia de vida

Marcelo (19) vive en barrio Belgrano y hace tres meses que consume paco. Su puerta a las drogas fue la marihuana a los 14, dos años más tarde ya consumía cocaína y hoy por hoy es usuario de la droga más peligrosa de Argentina. Su padre hace dos años se encuentra preso en Coronda por narcotráfico con una causa abierta, uno de sus hermanos está hace nueve meses internado en un neuropsiquiatrico por brotes de esquizofrenia, su madre es alcohólica según él porque su padre la golpeaba. Tiene dos hermanas menores a las que dice querer cuidar de “esta basura” y el 90% de sus amigos consumen drogas.

- ¿Dónde conseguís la pasta base?

Yo compro en Tablada, a un tranza que vende en Pasaje santafesino y Virasoro. Es un viaje ir hasta allá, imagínate que me queda muy lejos. Entre que fui y volví ya volé como cinco veces. (Hace alusión a las dosis de paco que consume). Nunca pensé que iba a llegar a esto, soy consciente de lo que hago, mi mamá vive llorando, pero juro que desde el día que lo probé no puedo dejar de fumar. A veces pienso cuanto tiempo de vida me queda, pero es como muy loco pensar en eso, porque no sé si vivo o solo existo.

- ¿Pensaste en internarte?

Ya me interné tres veces. Pero no aguanto la abstinencia, deliro, me pongo violento y me quiero volver a tirar en una plaza a estar tranquilo sin que nadie me moleste. Como siempre ingresé de forma voluntaria, salí. Estuve en una granja de Remar, se me ocurrió ir cuando un chico me dio un volante que hablaba del consumo, pero ahí no te obligan a quedarte, vos te vas cuando queres, y yo me fui siempre.

- ¿Trabajas, como conseguís la plata?

En los últimos dos años renuncié de cuatro trabajos. Me la rebusco con changas y cada dos por tres vendo algo para tener plata. Ropa, cosas que encuentro en mi casa, lo que sea. Pero yo no consumo todos los días, porque no hay. No hay ni plata ni paco. Solo el fin de semana se consigue, después vas y no te quieren vender. Si queres saber si robo, desde ya te digo que no. Se me cruzó por la cabeza mil veces, pero nunca me animé, porque no soy rata soy drogón no más. Además como fumo todos los días no me sale caro. Depende la calidad de lo que hay sale entre cinco y veinte pesos. El problema es cuando fumas mucho, porque el efecto dura pocos minutos, es un “mambo negro” se te pasa y querés más. Una vez en Remar me dijeron que en Buenos Aires hay pibes que fuman hasta 150 veces por día, es una locura. Yo no quiero llegar a eso, pero a veces no sé cómo manejarlo.

- ¿No pensas en tus hermanos?

A full, muchísimo. Yo no quiero que ellas terminen con esta basura. Yo las quiero un montón, prácticamente las crié, porque mi mamá antes trabajaba todo el día, ahora no tiene trabajo. Yo las llevo a la escuela y siempre les digo que se cuiden y que si alguien les ofrece algo que nunca prueben nada. Ellas me preguntan porque me drogo, te juro que no se qué decirles, se me hace un nudo en la garganta, siento que les estoy dando el ejemplo. Pero ni por ellas puedo dejar. En realidad no sé si quiero dejar. A mí me re maquina la cabeza cuando pienso en mi papá, en tres meses sale de la cárcel aparentemente. Cuando me enteré me sentía raro porque me puse contento por él pero por otro lado me sentía triste de que sea mi papá el que está preso por ayudar a que pibes como yo nos estemos matando. Yo muchas veces no sé si quiero vivir porque siento que no sirvo para nada y que les estoy haciendo mal a mi mamá y mis hermanas.

Cifras que asustan: Fuentes brindada por Mabel Gómez, referente a nivel nacional de madres en lucha a Rosario3.com

- Cuatro de cada diez chicos que viven en Capital Federal y el Gran Buenos Aires son adictos al paco.

- Hay chicos que llegan a consumir 150 dosis por día, es tanto el poder adictivo que ya se convierte en compulsión.

- Hoy una dosis oscila entre los 5 y 20 pesos.

- Los desaparecidos en la dictadura militar fueron más de 30.000. Hoy existe esa cantidad de muertos vivos que consumen paco en Argentina.

- Un consumidor de paco constante tiene un margen de vida de seis meses a un año.

- En el 2010 en Rosario se desbarataron 11 cocinas y en Argentina alrededor de 75.

- En los últimos 5 años el consumo se incrementó un 500 porciento

- Hay casos de chicos de siete años que consumen paco.

Información de contacto:

Remar – Buenos Aires 1411. 4482583. redescomunitarias@yahoo.com.ar. Atienden a chicos desde 16 años y trabajan en granjas con contención y fuerza espiritual. Es una organización cristiana evangelista.

Madres en Lucha Rosario - Valparaíso 3765. madresenlucharosario@live.com facebook/madres en lucha rosario. Es un grupo de 40 madres que trabajan con talleres de apoyo escolar. Trabajan en las escuelas y en el barrio el tema de la prevención en violencia y adicciones. Asesoran a madres de víctimas de la droga y acompañan en su lucha.

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