Un nuevo escenario donde se manifiesta la problemática

En el fútbol hay tráfico de personas

Argentina es un país de tránsito para la trata de blanca. Los fines varían entre explotación sexual, la esclavitud laboral y la extracción de órganos. El deporte más popular se convirtió en un moderno mecanismo para este delito.

En Rosario, al igual que en todo el Mercosur existe una problemática que no es visibilizada, la trata de personas en el ambiente del fútbol. El tráfico no siempre es sinónimo de prostitución. A pesar de que en el entorno de este deporte se lleva a cabo la explotación sexual también hay otros fines de la trata de blanca como ser: trabajos o servicios forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la misma, la servidumbre o la extracción de órganos. Según el abogado Julio LLanán Nogueira, quien realizó una investigación al respecto: “Existen en Argentina y en países limítrofes lugares de reclutamiento de niños con expectativas. Se engañan a chicos de entre 11 y 18 años prometiéndoles una carrera en el exterior.”

“Los supuestos representantes muchas veces emiten avisos clasificados en diarios o páginas de internet llamando a jóvenes futbolistas a realizar pruebas, los padres hasta firman contratos para qué su hijo comience a jugar y algunos terminan por no verlos nunca más”, declaró Llanán Nogueira a La peor lucha es la que no se hace, y en casos detectados hubo autorizaciones judiciales de guarda, tutela y autorización para salir del país. Así es como comienza el circuito macabro de secuestro y explotación de niños y adolescentes. Gabriela Sosa, titular de la agrupación Las Juanas afirma que en el fútbol existe un amplio espacio para la prostitución y siempre que la mujer que lo ejerza sea menor, eso es trata de personas.

El abogado cuenta que cuando trabajó en el Programa de Educación para la Paz no violencia y los Derechos Humanos, le llegó un caso de un niño que había sufrido un accidente de tránsito y no encontraban a su familia. La criatura vivía en una pensión donde se alojaban chicos del interior que venían a jugar al fútbol en la ciudad. Allí comenzó la investigación de Llanán Nogueira quien se sorprendió con un lado oscuro y problemáticas que no conocía. Detectó que muchos padres confiaban que los supuestos representantes que les robaban a sus hijos. Les hacían firmar contratos, les prometían un futuro asombroso y esas pequeñas almas concluían en ser víctimas del más siniestro y rentable de los delitos.

Rosario, actualmente, ocupa un lugar de articulación de factores de poder para la invisibilización de la problemática. “Nos preocupa sobre todo porque se ha convertido en un centro de consumo turístico sexual” manifestó Nogueira. El turismo sexual infantil es un problema, especialmente en la zona de la triple frontera. Argentina es un país de origen, tránsito y destino de hombres, mujeres y niños víctimas de la trata de personas con fines de explotación sexual comercial y trabajo forzado. La mayor parte de los casos de trata de personas se desarrollan dentro del país, desde las zonas rurales a las urbanas, con fines de prostitución.

Tanto Sosa como Nogueira coinciden en que esta mafia trabaja gracias a una ausencia del Estado. Según el abogado la trata es producto de los medios de comunicación junto a la complicidad por acción u omisión de las lógicas mafiosas de los tres poderes de los Estados. Mientras las actividades del Colectivo de Mujeres Las Juanas están orientadas a demandar una efectiva presencia del Estado para abordar este delito. Según ellas, son muy escasos los recursos e instituciones con los que cuenta la provincia de Santa Fe.

No hay programas masivos que apunten a la concientización sobre formas de captación, funcionamiento y actores de las redes de trata de personas. Nogueira afirma esta teoría cuando sostiene: “La ausencia de Políticas Públicas de protección a la victimas y al denunciante y el auge del circuito turístico sexual comercial infantil agudiza este silencioso delito de ejecución continuada y de lesa humanidad. Vivencian su cotidianeidad en permanente y hasta naturalizada violación de Derechos Humanos.”

A través de la investigación que se llevó a cabo por Nogueira se demostró que en el circuito sexual del sur de Santa Fe se produjo un cambio cualitativo: la búsqueda apunta a niños varones y adolescentes provenientes de lo que se denomina “clase media” habiendo desplazado a los niños pobres por la demanda del mercado. Si bien siguen siendo sofisticadas las formas de esclavitud y servidumbre, el “trabajo”- según lo indican ellos/as- les permite acceder al circuito de consumo comercia. Los casos detectados se asocian en forma directa con el consumo de drogas y las modalidades de intimidación también son diferenciales.

Los lugares de hacinamiento y las formas en que viven en supuestas pensiones, da cuenta del futuro de estos niños y niñas. Los más pobre pierden contacto con sus familias de origen y si sus condiciones no son compradas por los clubes de futbol, no quieren regresar a sus lugares de origen fracasados, habilitándoseles los circuitos de droga, prostitución o engrosando los márgenes de la exclusión, iniciándose en situación de calle en los circuitos delictivos. Para reafirmar la terrible situación en la que se encuentran estos jóvenes, Nogueira contó a La peor lucha es la que no se hace que en la primer etapa de investigación trabajaron con redes informales dada la desprotección que tienen. “Desamparo, vergüenzas, violencias estructurales y para estructurales constituyen la subjetividad de estos niños/as y adolescentes que sobreviven y mueren en nuestra región”, concluyó el abogado.

Sosa, titular de Las Juanas Rosario contó que las cifras a nivel nacional son ofrecidas por Organización Internacional de Migraciones (OIM) y hablan de que en el país desaparecen 500 mujeres por año. Según la OIM 476 mujeres de diversas edades desaparecieron en Argentina durante el año 2008. Rosario es considerada una ciudad puerto y Santa Fe es una de las provincias reconocidas por la OIM como de captación y ruta de tratantes. El ministro de Desarrollo Social Pablo Farías reconoció a Página 12 que Santa Fe no sólo es zona de tránsito en cuanto a la explotación sexual a la que las redes mafiosas someten a niñas, adolescentes y jóvenes, sino que también es un área de captación, sobre todo en la ciudad de Santa Fe, Rosario y la costa central.

La trabajadora sexual, Jenifer dio sus declaraciones y su mirada sobre la temática: “Una chica de 15 años que ve en la televisión a las botineras sueña con ser como ellas, ilusamente piensan que a todas les va a ir igual de bien, y cuando son usadas como objetos sexuales se llevan desilusiones, cuando se dieron cuenta ya son parte de redes de prostitución.” Luego afirmó que la trata de personas se distinguen mucho en las barras bravas, y sostiene: “Los capos son las que manejan a las chicas que muchas veces son niñas. Así como también engañan a varoncitos que sueñan con ser grandes futbolistas y como saben que el jefe de la barra tiene poder y contactos se acercan a ellos. Por lo general esos chicos terminan drogadictos, trabajando para ellos en los manejes sucios o siendo secuestrados.”

Así es como funciona hoy por hoy el delito en Argentina, con una fuerte intervención en Rosario. Nogueira define a la situación: “No son migrantes, ni excluidos, ni delincuentes, son primariamente los sobrevivientes, víctimas de las sofisticadas lógicas de trata de personas. Han perdido en su historia su anclaje y subjetividad por una violencia desestructurante que los estigmatizará.”

La contra cara

Rodrigo, tiene 38 años es dueño de tres prostíbulos de la ciudad y es cómplice de la trata de personas. Sus allegados lo conocen por “El Pancho” y fríamente brindó su testimonio a La peor lucha es la que no se hace donde demostró la mirada del patrón y ejecutor intelectual de este delito.

¿Por qué elige trabajar con la explotación sexual?

La verdad… Te podría meter el verso de que a algunos nos toca vivir así, de que lo heredé, de que lo necesitaba. Pero para que mentir, me gusta mucho la plata fácil y la buena vida. Mis viejos me criaron así, nunca me faltó nada y todo lo que quise lo tuve. Pasé una adolescencia espectacular, ¿Que pibe no querría vivir rodeado de minas, saliendo de miércoles a domingos, sin laburar, y con plata siempre en los bolsillos? Yo me encandilé, me encantó la idea de mantener ese estatus el resto de mi vida, y me encontré con la realidad de que sosteniendo el negocio de mi viejo lo podía lograr. No me mires así, seguro pensás que soy un hijo de puta, y puede que sea así. En mi trabajo no podes pensar nunca en los demás, siempre de manera narcisista, con la mente fría y olvidándote de que son personas, si no te gana el corazón.

¿Tenés hijos?

Si una nena de tres años. No me vengas con la psicológica de que a ella le puede pasar lo mismo que a muchas de las chicas que trabajan para mí. ¿Sabés cuantas veces lo escuché? Me canso de explicar que mi hija está dentro de una cajita de cristal, a ella nadie la va a tocar.

Estas demasiado seguro. ¿Por qué?

Primero porque no tiene ni va a tener la necesidad de salir a prostituirse. Segundo porque al que se le acerca lo mato. Tercer porque es mi hija, a la hija y la mujer del Pancho no la toca nadie.

¿En tus locales trabajan chicas víctimas de la trata de personas?

Por lo general lo evito. O sea la ley considera trata no sólo al secuestro si no también a los menores o al engaño. En mis locales la mayoría son mayores, pero siempre cae alguna menor que me trae mi socio, porque él está muy marcado y no se puede manchar. Es así si te mantenés tranquilo y sin hacer ruido la policía sabe lo que haces pero no se mete, ahora si haces mucho humo no les queda otra que perseguirte. En el caso de tener menores a mi cargo, se trabaja con mucha cautela, son especialmente para los clientes de mayor categoría y para los que están dispuestos a pagar con dinero los riesgos que nosotros corremos para ofrecérsela.

¿Trabaja en el ámbito del fútbol?

Si. En los últimos tres años hubo un incremento grande. Prostitución de chicas para ofrecerles sexo a jugadores de fútbol o de rugby siempre hubo, pero en el último tiempo se notó mucho más. Hay más libertad y menos prejuicios para poder hacerlo. Esto va desde jugadores, dirigentes de los clubes, directores técnicos y representantes, ninguno se queda sin probar una noche de descontrol con alcohol y putas. Es una mentira la vida sana de los deportistas, la pasan mejor que cualquiera. Cuando se hacen famosos juntan con pala la plata que hacen y a muchos les gusta gastársela en joda. A mí varias veces me han llamado en plena concentración jugadores de la ciudad para que les mande chicas a un departamento. Es típico escuchar que me digan: “Traeme lo mejorcito que tengas”. Por eso a veces pienso que no soy el único maldito de la historia, porque el que las consume y las trata como objetos está en la misma categoría que yo. Si vamos al caso, yo trabajo explotando chicas porque tengo quien las consuma, como cualquier otro negocio.

¿Tiene conocimiento de que exista la trata en el fútbol?

Mirá, yo te puedo asegurar que hay mucha prostitución, que la pagan muy bien y que a veces son menores, pero no es en gran cantidad. Lo que sí sé es que en el ambiente deportivo la trata se utiliza para otras cuestiones. Agarran pibes de barrio y los engañan, les prometen que van a jugar en el mejor club del país y al final termina en secuestros, pero no siempre es para el trabajo sexual. Eso es una película que tiene la gente en la cabeza, piensan que si hay prostitutas hay trata y no es así. La trata tiene infinidad de fines y objetivos.

Las instancias de la trata de blanca

La Trata es un comercio de personas. Se configura mediante el reclutamiento, traslado o transporte, recepción y explotación de personas con fines de trabajo forzado, esclavitud, tráfico de órganos y explotación sexual. Los lugares de reclutamiento, tránsito y destino conforman circuitos nacionales o transnacionales. Se distinguen varias instancias:

El engaño, la captación: Cuando captan a las víctimas las eligen por su origen humilde, bajo nivel de educación (ya que ambos factores reducen sus posibilidades laborales) y un entorno familiar inestable. Las engañan con ofertas de trabajo, prometiéndoles buena paga. Lo que tienen en común estas propuestas es que el trabajo ofrecido por el reclutador/a siempre está disponible en otro lugar (otra región, provincia o país) y la futura víctima deberá trasladarse para obtenerlo. También las reclutan vía secuestro. Otro medio de reclutamiento es el “enamoramiento”. Los proxenetas simulan una relación sentimental y utilizan la vulnerabilidad que dicha relación genera en las mujeres. Llegan a tener un hijo, al que reconocen legalmente, con las víctimas, para de esta manera consolidar el vínculo sentimental y coaccionar a las mujeres.

El traslado y adiestramiento: Las mujeres una vez reclutadas, son trasladadas por micro, tren o automóvil a los burdeles, donde las quiebran con violaciones sucesivas, golpizas, quemaduras de cigarrillos y drogas, para que acepten su nueva realidad: de ahora en más serán esclavas.

Explotación: Según la OIM las mujeres engañadas o secuestradas que llegan a los locales se reconocen fácilmente porque son las que lloran. Si la mujer se opone o pone resistencia y se niega a ser explotada sexualmente, el regente o sus empleados ponen en marcha los distintos mecanismos de disciplina. La mujer es violada y golpeada una y otra vez hasta que asuma su nueva condición y acepte pasar al salón a prostituirse. Asimismo, en estos casos suelen amenazarla con matarla o lastimar o matar a su familia en su lugar de origen. En los prostíbulos las mujeres pierden todo contacto con el mundo exterior. Su circulación se reduce al salón principal del local y las habitaciones donde se efectúan los pases y en las cuales generalmente se encuentran encerradas bajo llave cuando no trabajan. Los preservativos que usan y la ropa con la que trabajan, tangas y corpiños, se las cobran: los gastos se anotan en una cuenta en la que ellas siempre terminan debiendo dinero al regente del local. Cuando les permiten efectuar llamadas telefónicas a su familia también lo hacen vigiladas para evitar que revelen su verdadera situación. Se han detectado casos de locales con sofisticados sistemas de vigilancia con circuito cerrados de televisión con cámaras en todos los espacios del local, vidrios blindados o altos muros alrededor del cabaret o whiskería.

Se llevan a cabo en diferentes ámbitos donde se produce la oferta y el servicio sexual. Hay espacios cerrados: saunas, prostíbulos, boliches con trastienda, etc. El encuentro, el pago y el servicio sexual ocurren en el mismo lugar. En algunos de estos espacios las personas en condiciones de explotación viven y conviven bajo la supervisión o control de alguna madama, rufiana, encargada o cuidador. En otros cumplen horario y viven fuera. También en espacios abiertos: muchas agencias o intermediarios/as responden a la demanda a través de avisos publicitarios, discos, pubs, cafés, bares de hoteles, teléfonos, que sirven para establecer el contacto inicial. En estos casos el contacto o la contratación se realizan en un local o por teléfono, y el servicio sexual ocurre en otro espacio (hoteles, departamentos y autos).

Hecha la ley, hecha la trampa

El año pasado el gobierno aumentó los esfuerzos de aplicación y cumplimiento de la ley anti-trata. Argentina prohíbe toda forma de trata en virtud de la Ley 26.364 sancionada en abril de 2008. Sin embargo Gabriela Sosa, titular de Las Juanas afirma: “Hoy la realidad muestra que las mafias siguen funcionando. Si no hay una decisión política de desmantelar estas redes, tendremos la ley, pero no será efectiva para desarticular las mafias más poderosas. Creo que a la par de la reglamentación y aplicación de la ley es necesario el trabajo de visibilización de este delito.”

El Gobierno notó que una proporción alta de los migrantes bolivianos carece de una documentación adecuada, lo que dificulta conocer el número exacto de la población migrante radicada en el país. Por distintos factores, esta población es muy vulnerable al accionar de redes que los captan para trabajar en condiciones inhumanas, configurando en algunas situaciones verdaderos casos de reducción a la servidumbre y trata. Argentina también constituye un lugar de tránsito para las mujeres y niñas extranjeras trasladadas hacia Chile, Brasil, México, España y Europa Occidental con fines de explotación sexual comercial. Una cantidad significativa de ciudadanos bolivianos, peruanos y paraguayos son ingresados al país para realizar trabajos forzados en talleres clandestinos, en agricultura y servicio doméstico. Informaciones esporádicas han sugerido que un número creciente de inmigrantes chinos puede ser ingresado en el país con fines de explotación laboral en supermercados de propiedad de ciudadanos de origen chino. Por lo tanto queda explicito que la ley está vigente pero el delito sigue en pie.