29/8/11

Una muerte que sigue doliendo

A casi diez años de la muerte de Pocho Lepratti la justicia de Santa fe tropieza nuevamente. En los primeros días de Mayo se conoció públicamente que la Cámara de Apelaciones Penal de la ciudad de Rosario, en Sala integrada por Ríos, Lurati y Mestre, absolvió a los policías que en primera instancia habían sido condenados, por falsificación de instrumento público y encubrimiento. Ellos son Marcelo Fabián Arrúa y Rubén Darío Pérez, el ex jefe de la subcomisaria 20ª Roberto de la Torre; el ex jefe del Comando Radioeléctrico Daniel Horacio Braza; y el ex oficial de guardia de la sub 20ª, Carlos Alberto de Souza. Además el ex Agente de la policía de Santa Fe Esteban Ernesto Velázquez, asesino de Claudio Lepratti se encuentra en libertad.

El 19 de diciembre de 2001 Velázquez asesinó a Claudio Pocho Lepratti, un trabajador social que se encontraba en los techos de la escuela continua a la circunvalación observando los conflictos que se daban en barrio Las Flores. Quedó acreditado en el expediente, donde se investigó el homicidio, que Lepratti insultó al personal policial y les exigió que dejaran de disparar porque había chicos comiendo en la escuela. El móvil paró, Perez y Velazquez bajaron, el primero disparó al aire y el segundo disparó contra Lepratti, lo hirió, arrancaron y se fueron. Lepratti herido fue trasladado por sus compañeros de trabajo a un hospital. Inclusive una de ellas, Graciela Capelano pasó por la comisaría y se negaron a tomarle la denuncia.

Según cuenta Ines Cozi, abogada de la Secretaría de Derechos Humanos de Rosario, quien dice estar indignada con la Corte Suprema de Injusticia de Santa fe la versión policial consignada en el acta de procedimiento, relata que el móvil estaba circulando por calle España y antes del puente de circunvalación doblan en una calle paralela a esta última y textualmente dicen: “…Cuando la dotación (Sgto Rubén Perez, Cab 1º Arrua y Agte Esteban Ernesto Velazquez) iba circulando por esta calle a la altura de los fondos de una escuela ubicada en el lugar, en un momento dado el móvil oficial es agredido por un grupo de masculinos los cuales se encontraban sobre el techo de dicho establecimiento que en un primer momento comenzaron a insultar al personal policial. Para luego arrojarles piedras y elementos contundentes al móvil siendo este vehículo dañado en la puerta trasera izquierda y la rotura del vidrio de la mismo, los agresores era un total de cuatro, en esas circunstancias el chofer para evitar que las piedras impactaran sobre el móvil retrocede el vehículo hacia atrás y sienten dos detonaciones de armas de fuero de calibre chico, deteniendo la marcha descendiendo el personal del auto...” También se consigna una supuesta denuncia realizada por una de las personas que estaba con Lepratti, y que trabajaba en la escuela donde el comisario narra que en un tumulto originado en la vía pública y en las inmediaciones de dicho establecimiento educativo entre policías y manifestantes fue herido su compañero Claudio Leprati.

Diez años después de la crisis del 2001, de cargar con 39 muertos como consecuencia de la represión en todo el país, la Corte Suprema de Justicia de Santa fe muestra un punto flojo donde la impunidad sigue presente. Hoy cinco de los policías encubridores del delito están libres de cargos y condenas. Velázquez, tas haber cumplido una tercer parte de la condena y declarado como preso evangélico y de buena conducta fue dado en libertad condicional. Carlos Nuñez, director de la Biblioteca Popular Pocho Lepratti contó que el conocimiento público de esta situación comenzó cuando lo vieron vendiendo hamburguesas en un carrito en Arroyo Seco. Admitió que ellos sabían desde hace tiempo las condiciones en las que cumplía la condena pero no podían hacer nada. “Vivía con permisos, salió permanentemente, vivía en Arroyo seco, tenía laburo, el carrito de hamburguesas lo guardaban en la comisaria. Eso no le pasa a ninguno de los presos que está en libertad condicional”, explicó Nuñez.

Pese a esta crítica situación, con angustia y dolor llevaron a cabo una reunión extraordinaria entre las organizaciones donde se había planteado realizar una marcha hasta el pueblo cercano a Rosario y pintar las paredes, pero esto fue una actividad que se cancelo de ante mano. Celeste Lepratti, hermana de Pocho y trabajadora social expresó: “No queremos más muerte, no queremos un pibe mas muerto, por eso tampoco vamos a Arroyo seco porque sabemos que va a haber una represión y puede ser una masacre”. Además “no podemos centralizar toda la culpa en Velázquez, hay una justicia que debe implementarse y no está siendo así”, agregó Celeste. Para sintetizar lo que siente ante esta lamentable situación la hermana de Pocho, con lágrimas en los ojos y la voz quebrada dijo: “De esta Justicia santafesina no esperamos nada, mi hermano está muerto pero vivo en cada uno de nosotros y con un trabajo de hormigas vamos a hacer justicia por él. Entendemos este mensaje y decimos que nosotros seguimos de pie, no bajamos los brazos, no vamos a dejar esta lucha y continuaremos hasta el final”.

Algunas de las actividades que se llevaron a cabo para el repudio ante la decisión de la Corte provincial fueron: la recolección de firmas, una movilización el 19 de Mayo frente a los tribunales provinciales de la ciudad de Santa fe y diferentes asambleas para discutir la postura que se va a tomar frente a esta resolución. Según Carlos Nuñez se está evaluando la posibilidad de realizar un juicio político a la Corte Suprema de la provincia y para fin de año hacer algunas muestras fotográficas y charlas en barrio Tablada, donde trabajan a diario. Una vez más la justicia se hace invisible y una parte de la sociedad busca las mil y una maneras para rechazar esta impunidad y constante indiferencia a los intereses de la población.

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