LO QUE MAHLE DEJÓ

Entrevista a Juan Carlos López.
Juan Carlos tiene 50 años vive en la zona oeste deRosario y tiene un bar en Buenos Aires y Córdoba.
Desde chicos imaginamos un futuro para nuestras vidas. ¿Sos y tenes actualmente lo quepensaste de niño?
Nunca fui una persona muy ambiciosa. Quizás de niñouno ve el mundo color de rosas e imagina cosas que con el pasar de los años seda cuenta que no son posibles. Pero si soy esa persona que deseaba ser. Tengola familia que soñé. Podría estar mejor económicamente pero también peor. No mequejo porque en el medio de esta crisis a mis hijos no les falta nada.
Sé que en este último tiempo tuviste que hacer un cambio brusco en tu vida.Contame un poco como fue.
En abril del año pasado me encuentro de un día paraotro sin laburo. Más que un cambio, una desesperación fue. Hacia 25 años quetrabaja en Mahle y sinceramente no pretendía buscar otro empleo, porque estabaconforme. El 25 de abril del 2009 nos avisan que la fábrica cerraba y quequedábamos todos despedidos. Automáticamente entre los obreros empezamos aorganizar una protesta y los gremios se ocuparon de todos los detalles. Estostipos ya habían cerrado dos plantas porque supuestamente no tenían trabajo, yodudaba mucho de que nos presten atención y se reabra la fábrica.
¿Que se te cruzo por la cabeza en el momento que te enteraste de los despidos?
Miles de cosas. “Me agarro impotencia, bronca,desesperación. Las caras de mis hijos se me vinieron a la cabeza”. Un hombre demi edad no tiene demasiadas oportunidades de empezar de nuevo y conseguirfácilmente otro trabajo. Yo quería que mis hijos terminen de estudiar, que noles falte el plato de comida. En ese momento no sabía que iba a ser de mí eldía de mañana. No sabía qué hacer.
¿Cuántos hijos tenes y de qué edad?
Dos chicos y una nena. El mayor tiene 20, el delmedio 18 y la más chica 14. La más chica esta cursando la secundaria, el de 18empezó este año la facultad y el otro trabaja conmigo.
¿Tu mujer trabaja?
Si. Es docente, cobra un sueldo miserable. Da clasesa grados de la primaria en una escuela pública. Encima nunca le pagan atérmino, siempre hay alguna excusa.
¿Cómo siguió tu vida después de Mahle?
En junio del año pasado, mis compañeros de trabajoestaban en plena lucha, yo los acompañe pero decidí hacer algo porque sabía queno nos iban a reincorporar. Empecé a hablar con mi señora de poner un negocio,no sabíamos ni en que nos podíamos especializar. “Además siempre está el miedoal fracaso. Porque viste que en este país, no sabes lo que va a pasar mañana”.Después me renacieron las esperanzas cuando dijeron que inversores extranjerosiban a comprar la fábrica y se iba a abrir, pero eso también fue mentira. Asíque ni bien cobre la indemnización empecé a planificar mi futuro negocio. Locharle con mi mujer y el mayor de mis hijos. Había un local disponible enBuenos Aires entre Rioja y Córdoba que nos interesaba. Es una zona de bastantemovimiento. Y decidimos poner el bar.
¿Cuánto hace que funciona el bar? ¿Cómo te está yendo?
Lo abrimos a fines de Octubre del 2009. Alprincipio, las primeras semanas no entraba nadie. Después la gente se ibaacercando y se fueron haciendo los clientes. La verdad que la pegué. “Pasé defabricar aros de pistón al gremio gastronómico”. No me está yendo mal, antesque no tener trabajo, cualquier cosa es buena.
¿Seguiste manteniendo contacto con tus ex compañeros de trabajo? ¿A todos les fue bien?
Si algunos son muy amigos. Tantos años trabajandojuntos se forma una amistad. Lamentablemente no a todos les fue bien. Algunos “seestán comiendo la indemnización por no poder invertir en algún negocio en elmedio de la crisis” por la que pasa el país, otros siguen en búsqueda detrabajo, pero no encuentran. También están los que prefieren seguir la lucha deforma paralela con sus vidas. Muchos creen que Mahle se puede reabrir. Endiciembre del año pasado la tomo una empresa nacional y ahora después de un añohay algunos trabajadores que la están recomponiendo para ponerla en marcha. Unatoma digamos. Espero que les vaya muy bien. “Miles de familias fueron víctimasde esta situación”. Con este hecho una vez más la clase trabajadora se vioafectada y burlada. Fue una burla delante de nuestras caras.