16/6/10

UNIDAD DE LOS TRABAJADORES, Y AL QUE NO LE GUSTA SE JODE


En el Día Internacional del Trabajador, alrededor de 200 personas se manifestaronen la puerta del centro cultural La Toma, para reclamar que no la cierren. El acto fue organizado por la Central de los Trabajadores Argentinos. Durante el discurso subió al escenario un representante de cada partido y agrupación, a exponer sus opiniones.

La concentración estaba llamada a las 10.30 en la Plaza Sarmiento. En un ambiente de poca concurrencia se notaban las miradas registrantes de los que iban llegando, las charlas amistosas y el reparto de volantes entre los que se conocían. Se preparaban levantando sus banderas y acomodándose en columnas para comenzar a marchar. Un cántico los acompaño a lo largo de la caminata por las calles céntricas de la ciudad. “Unidad de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode”.

Alrededor de las 11.45 comenzó a llevarse a cabo el acto. Niños jugando, jóvenes charlando, adultos atentos y algunos con caras de desilusión eran el escenario de la mañana del primero de mayo en La Toma. Los principales ejes de reclamo fueron un salario igualitario al de la canasta básica, el no pago a la deuda externa, la unión de los trabajadores del mundo, mejores condiciones de trabajo y disminuir la desocupación

Entre las palabras de los voceros se escuchó nombrar a los trabajadores que estaban siendo reprimidos en Grecia, mostrándolos como un ejemplo de lucha firme.También mencionaron que acompañaron en su lucha a los compañeros de prensa, a quienes felicitaron por enfrentarse al Grupo Uno, al gremio docente y a los compañeros de Mahle el año pasado.

Recordaron que el primero de Mayo es el Día de la Solidaridad Internacional de los Trabajadores y no el día del trabajo como muchos lo llamaron. Hicieron referencia que desde 1989 se rinde homenaje a los Mártires de Chicago, obreros asesinados en el proceso de lucha por la jornada laboral de ocho horas.

Gustavo Tere, secretario general de Amsafe declaró: “En cada parte del mundo los trabajadores salen a levantar sus banderas, nos tenemos que sentir hermanados”. Estas palabras recibieron una gran ovación. Luego nombraron su desacuerdo con la extracción de riquezas de las empresas mineras.

A la mitad del acto pidieron justicia por el asesinato de Sandra Cabrera, a quien se refirieron como una valiente mujer que se animó a denunciar la mafia de la prostitución. Además siguieron reclamando por los asesinatos de Pocho Lepratti, Carlos Fuentealba y Jorge Julio López.

No hubo disturbios, ni violencia, no se necesitó de custodia policial. A diferencia de otros países donde llegaron a reprimir con gases lacrimógenos, Rosario parecía estar en un marco de tranquilidad y festejo. Se notaba a simple vista que era un acto meramente de militantes encuadrados por sus banderas y standartes.

Casi al final del acto se hizo presente también la emblemática madre de Plaza de Mayo, Herminia. Se dirigió al escenario a emitir su opinión recordando la frase del che Guevara: “La única lucha que se pierde es la que se abandona, hasta la victoria ahora y siempre compañeros”. Las personas presentes la aplaudieron como los fans a sus artistas en un recital.

El cierre lo dio, Carlos Ghioldi, presidente de la cooperativa Trabajadores solidarios en lucha. Pidió colaboración con todos los compañeros de La Toma, y aclaró que mientras siga abierta va a ser la casa de todos. Llamó a convocarse el 11 de mayo a las 18 para resistir el desalojo y concluyó: “El lugar en el que tantas veces nos reunimos a debatir está en peligro y es responsabilidad de todos que siga abierto”. A lo cual respondieron cantando La Toma es de los trabajadores y al que no le gusta se jode, se jode.

No hay comentarios:

Publicar un comentario